Sobre Hernán

Orígenes

Nací en Buenos Aires en 1977. 

Mis padres fueron la primera generación de mi familia en ser profesionales. Mi madre era abogada y mi padre contador público. Durante mucho tiempo, trabajé en uno de los negocios de mi padre y estuve orientado al área comercial, hasta que encontré mi verdadera vocación, que le dio un sentido a mi vida y que fui construyendo con mucho amor propio y búsqueda personal.

Profesión

Soy filósofo, escritor, poeta y músico. 

Me gradué como Profesor de Filosofía en la Universidad de Buenos Aires. 

Mi sentido de vida es compartir con otras personas mis vocaciones, conocimiento, dones, habilidades y sabiduría que fui desarrollando a través de los estudios y a lo largo de las vivencias que he tenido; y, en ese compartir, poder desarrollarnos juntos para construir una vida plena y con sentido.    

Mi especialidad es la filosofía práctica, orientada a la ética, el desarrollo lingüístico y la comunicación. He impartido cursos de filosofía, ética, y también oratoria, liderazgo, desarrollo gerencial para más de 5.000 personas en diferentes compañías y universidades.

Como profesor he colaborado con la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y colegios secundarios de la Ciudad de Buenos Aires como El Pellegrini, entre otros, y también colegios de la Provincia de Buenos Aires y un colegio de la Ciudad de San Salvador de Jujuy, en el Norte Argentino.

Además, he escrito tres libros de poesía. Mi mayor anhelo es participar de proyectos educativos, donde pueda poner mis experiencias, conocimientos y habilidades al servicio de todas las personas que sientan ser parte de la escuela y que, juntos, podamos generar cambios significativos de empoderamiento para nuestro desarrollo personal y profesional.

Mi propuesta

Considero que la vida es una escuela de aprendizaje, donde hay una única certeza, irrefutable y certera: nuestra finitud. Y si ya sabemos que vamos a morir, entonces ¿por qué nos cuesta tanto vivir sin ataduras?

En las sociedades en las cuales vivimos nos enseñan a tener una mejor salida laboral, para lograr el sueño americano de la familia, la casa y el auto, para ser alguien en la vida, para nuestro futuro, para nuestra seguridad y la de nuestra familia. Dicha enseñanza, con la promesa de ser la mejor, no hace más que reproduzcamos pensamientos y modos de ser que siempre nos llevan a los mismos lugares. En las escuelas y las universidades, en general, nos enseñan a hacer, pero no nos enseñan a Ser. En definitiva, aprendemos Filosofía, Matemáticas, Lengua, Excel y PowerPoint, para ser funcionales a un sistema que nos promete recetas para una vida feliz. Aplicando estas enseñanzas y recetas, lejos de alcanzar la felicidad, reproducimos mandatos que son heredados y formas de hacer. 

Una buena enseñanza es aquella que nos invita a aprender a vivir. Y ¿cómo aprendemos a vivir? Aprendiendo a desaprender, es decir, a liberarnos de esas formas heredadas que repetimos constantemente en el hacer; aprendiendo y comprendiendo que la muerte es parte de la Vida y no el fin de ella y que, por tanto, la vida y la muerte es un constante cambio de forma y una transformación.

Filosofía de Vida es una escuela de enseñanza en la cual aprenderemos a liberarnos de los mandatos, de las repeticiones y del deber ser. Te invito a ser parte de un proyecto en el cual podamos desplegar nuestros conocimientos, dones y habilidades para que juntos aprendamos a morir a esas viejas formas para que podamos descubrir nuevas alternativas y caminos de vida que nos permitan explorar otras y nuevas experiencias de vida. 

Te invito a que nos imaginemos siendo y, también, me imagino siendo parte de un proyecto en el cual podamos ser genuinos, compartiendo experiencias humanas concretas como el dolor, la alegría, la pasión, la angustia, la ignorancia, la traición y que, al ser compartidas, generan la empatía necesaria desde la cual se geste el amor, la solidaridad, la compasión, el desarrollo de la conciencia de nuestras elecciones y la responsabilidad plena por nuestras acciones.