Orígenes de la filosofía

Una reflexión que comienza con un aire semántico y se transforma en uno con sentido. Exploremos juntos formas de comprender que nos abrirán a nuestro sentir filosófico.

¿“Comienzo” es lo mismo que “Origen”?

No es lo mismo. ¿Cuál es la diferencia?

La diferencia radica en la temporalidad.
El “Comienzo” es temporal, se refiere a la historia, o a un hecho histórico, y tiene un punto de partida. 
En cambio, cuando hablamos de “Origen”, hacemos referencia a la fuente de la que emana todo filosofar.

¿Vemos un ejemplo concreto?
Mi vida comienza el día en que nací. Sin embargo, mi vida se origina gracias a mis padres quienes me concibieron. ¿Lo ves? Con la filosofía pasa lo mismo. 

Según Aristóteles¹, la historia de la filosofía comienza con Tales de Mileto. Él fue la primera persona que trató de buscar una respuesta a las preguntas“¿Por qué hay mundo?, ¿Por qué existe todo lo que hay?”
Ahora bien, el Origen de esa pregunta, lo que motivó a Tales a hacer esa pregunta, es el Asombro. La fuente de la que emana esa pregunta es el asombro. 

En pocas palabras, el origen está directamente relacionado con la motivación, el movimiento, la puesta en marcha, la fuente de la que emana toda inquietud.

Hablemos de inquietud

La palabra inquietud refiere a la falta de quietud. 

A su vez, en el castellano coloquial a menudo la utilizamos para referirnos a estados de ánimo² (como el desasosiego, la desazón, la conmoción). 

Existe un tercer uso de la palabra inquietud, que refiere a la inclinación del ánimo hacia algo: el ánimo es un estado de disposición emocional que se inclina o se dispone. Es decir, se pone en marcha o en movimiento, busca salir de sí para dirigirse hacia algo.   

En efecto, la inquietud está relacionada con el origen en tanto y en cuanto emanación, puesta en movimiento: los seres humanos comenzamos a inquietarnos y preguntarnos frente al Asombro de la espectacularidad que algo nos provoca; o en el momento que entramos en Duda sobre algo dado, ya sea por las creencias que adoptamos y/o heredamos, frente a alguien quien nos dice cómo son las cosas o de qué manera es el mundo. 

Y, sobre todo, nos inquietamos y nos cuestionamos en el momento en que nos toca atravesar situaciones límites. Es decir, situaciones como la pérdida de un ser querido, pasar por una experiencia al límite de la muerte, una separación, la pérdida de un trabajo, entre otras tantas situaciones trágicas o traumáticas que impactan en nuestras formas de pensar y maneras de ver la vida. 

¿Cuál es el origen de toda filosofía?

En síntesis, referimos que son, al menos, tres los motivos que nos inquietan a filosofar. Son tres los aspectos de los cuales toda filosofía emana. 

En mis palabras, mostrando una perspectiva complementaria a la de Jasper, considero que el origen es uno y el mismo: la Inquietud, que se manifiesta a través de: 

  • El Asombro.
  • La Duda.
  • Las Situaciones Límites.

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Referencias:

¹ ARISTÓTELES, Metafísica, libro A, cap. III.

² “Ánimo” deriva del latín Anĭma (“Alma” en castellano) y del griego ἄνεμος ánemos (“Soplo” en castellano) y utilizada para referir al “principio de la vida” entendida como el origen de la vida. Por lo tanto, Ánimo, refiere al origen en tanto fuente y emanación del movimiento. 

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