Siempre me he preguntado:
¿Por qué hay vida cuando bien podría no haber habido nada?
¿Qué es el mundo?
¿Por qué hay mundo?
¿Qué sentido tiene existir?
¿Cuál es el sentido de la vida?
Más allá de las respuestas (que pueden ser variadas de acuerdo a la persona y su contexto, su historia y su época), son las preguntas las que abren nuevas posibilidades de comprensión y de acción en el mundo.
La comprensión, a diferencia del entendimiento, no es puramente intelectual. Por el contrario, es una facultad que se desarrolla con la experiencia de vida (de cada ser) y que involucra al cuerpo físico, al intelecto, las emociones y el espíritu.
Por lo tanto, para comprender es necesario experimentar la vida. No solo desde un punto de vista intelectual, sino desde todos los planos de esa totalidad que somos.
Entonces… ¿Qué es la filosofía?
Ya llegaremos a esa respuesta.
Mientras tanto, reflexionemos en la siguiente idea:
La filosofía nace del intento de comprender la existencia.
Camino al significado
La filosofía es Amor. ¡Claro!
Hay dos vocablos que componen a la palabra filosofía: Filo y Sofía.
En griego, Sofía significa “Sabiduría”, y Filo significa “Amor”.
En conjunto “Filo + Sofía” refiere al amor por la sabiduría, amor por el saber, y alcanzar un conocimiento.
En contraposición a Sophos, que significa Sapiente o Sabio (es decir, el que ya posee conocimiento) en filosofía hay una búsqueda del saber, pero la intención no es “poseerlo”, sino “transitarlo”.
Es decir, la filosofía se constituye como “un camino hacia”, un proceder o método que nos conduce al conocimiento.
El camino es el amor (Filo) que va al encuentro de la sabiduría (Sofía), la verdad. Y quien emprende esta búsqueda, es porque no posee la verdad, sino que va en busca de ella.
Este camino de búsqueda nos lleva a una práctica diaria de encuentro con nosotros mismos.
Camino al conocimiento
El camino que emprendemos hoy, es el del amor por la sabiduría (Filosofía) e implica dos movimientos:
- El amor por mí mismo. Es decir, aprender a amarme.
- El conocerme. Es decir, aprender sobre mí mismo, saber quién soy.
Este doble movimiento tiene un punto de partida. ¿Cuál es?
El punto de partida soy yo. En tanto, “Ser”. No me refiero a un “Yo” Egoico, sino a un yo “Siendo”, simplemente.
El amor propio (Filo) y el conocimiento de mí mismo (Sofía) constituyen lo que yo llamo “Comprensión del Ser”.
Por lo tanto, filosofía es la comprensión del ser que soy.
¡Bienvenida/o a la aventura!